Ramón Morillo.
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Marcos Domínguez. Madrid
Nadie conoce mejor la enfermedad que quien la sufre. Por esta misma razón, varios hospitales están poniendo en marcha programas donde sean los propios pacientes los que tutelen a aquellos recién diagnosticados: se trata de los ‘pacientes expertos’.
“El paciente es el recurso sanitario menos utilizado”, afirma Ramón Morillo, del Servicio de Farmacia del Hospital de Valme (Sevilla) y principal impulsor de este programa, dirigido a pacientes con VIH. “Nosotros queremos activarlo y que sea responsable de su propia enfermedad”. Esto redundará no solo en su propio beneficio, sino en el de todo el sistema: reducción de costes, mejora en la utilización de los recursos sanitarios, menor número de ingresos y visitas a especialistas y a urgencias, mejor manejo de los efectos secundarios, y mayor adherencia al tratamiento son algunos de los puntos positivos que Morillo menciona.
El sistema es sencillo: tras una formación avalada por la Universidad de Standford (que puso en marcha este tipo de programas a mediados de los 90), cada ‘paciente experto’ tutelará, con la ayuda de un profesional sanitario, a un grupo de 25 pacientes que reciben una formación on-line de seis semanas y que podrá resolver sus dudas acudiendo a sus tutores.
Morillo explica que este tipo de programas se ha puesto en marcha a nivel autonómico en patologías relacionadas con la Atención Primaria (asma, EPOC, hipertensión…) y de forma presencial. Este nuevo programa tiene dos novedades pioneras a nivel mundial: se trata del primero dirigido a una patología tratada desde el hospital y cuya formación se ofrece principalmente de forma on-line. Además, destaca el impulsor del proyecto, a nivel español se trata de la primera estrategia nacional: aunque son siete los hospitales que lo ponen en marcha, la intención es que cualquier centro interesado se pueda incorporar sin dificultad. Son los médicos y farmacéuticos los que, al tratar al paciente recién llegado, le ofrezcan la posibilidad de formar parte de este programa.
Será en enero de 2015 cuando se ponga en marcha el primer grupo de pacientes. Una vez vistos los primeros resultados (a los seis meses), se planteará expandirlo a otras patologías de tratamiento hospitalario: “de forma automática surge la hepatitis C como ámbito a desarrollar en el futuro”. Pero no solo esta, sino “patologías reumáticas, dermatológicas, esclerosis, etc.”, enumera Morillo, que se muestra optimista de cara al futuro: “esperamos que esto llegue a ser parte de la práctica rutinaria de los pacientes”, concluye.
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